“Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo” afirmaba hace años Warren Buffet, empresario estadounidense y uno de los inversores más grandes de todos los tiempos.
Y ahora, con la marea baja, estamos viendo cómo entre los equipos de venta digital de concesionarios de automoción hay quienes nadan con trajes de neopreno de última generación, pero, sobre todo, mucho nudista.
Estamos firmemente convencidos de que es momento de reforzar los conocimientos de nuestros equipos, aprovechar este breve periodo de tiempo de transición para hacer de ellos unos profesionales mejores, más completos, con más recursos y habilidades. Necesitamos sacar la mejor versión de ellos mismos y así asegurar los éxitos presentes y futuros.
Nadie sabe qué deparará el futuro, pero lo que sí sabemos es que cuanto más preparados estemos mejor será el resultado.
Prepararse significa invertir en nuestro mayor valor, que no son los vehículos de la marca que representamos, sino las personas que trabajan en nuestras organizaciones. Invertir en su desarrollo profesional, su formación, acompañarles en este proceso, mantenerlos activos, motivados, con la guardia alta, siempre alerta, con hambre.
Más de 400 profesionales del sector han disfrutado de la Guía de Entrenamiento para la Venta Digital que lanzamos hace escasas semanas (más información aquí) y hemos confirmado lo que llevamos tiempo advirtiendo respecto a las virtudes y carencias que afectan a nuestro sector respecto a la venta digital.
¿Cómo puede ser que todavía haya vendedores que tengan como prioridad atraer a los clientes al concesionario para cerrar una venta?, ¿te puedes creer que muchos comerciales no saben cómo grabar un vídeo de producto?, ¿Qué todavía hay quién desconfianza de la gestión de leads? Es así.
También hay noticias positivas y es que los equipos comerciales han salido del confinamiento con ganas de trabajar, de aprender, de formarse, y una motivación muy necesaria para dar ahora la mejor versión de sí mismos. Conviene destacar que hay mucho talento en nuestras redes de concesionarios, imaginación y creatividad para buscar las nuevas soluciones que requieren los nuevos tiempos.
Pero la mayor reflexión que obtenemos es que existen unas pautas de conducta con capacidad de mejora evidente: faltan habilidades para sacar el máximo partido a las herramientas tecnológicas de las que disponemos. Tenemos un yate, pero no sabemos navegar.
Invirtamos en nuestros equipos para salir más fuertes de este oleaje.