Si tuviéramos que poner un título a lo que ha ocurrido estos últimos años, sin lugar a dudas, este sería el de «incertidumbre», relativo tanto a la vida laboral como personal.
Y, es que, no hay que olvidar los muchos cambios que hemos tenido que afrontar en todo el mundo: desde medidas sanitarias, políticas y económicas, hasta un confinamiento total, un breve paréntesis de esperanza, y el inicio de un entorno de incertidumbre que nadie sabe cómo va a recorrerse y en qué situación va a desembocar.
Por todo ello, desde Grupo Prisma, y como expertos en formación y coaching profesional, creemos más que necesario recalcar que la incertidumbre se puede gestionar.
Sobre la incertidumbre laboral
Dejando a un lado la «peculiaridad» de estos últimos años, no hay que olvidar que la incertidumbre ha existido siempre.
Los entornos de trabajo sufren cambios constantes, y lo mismo ocurre con los trabajadores. Como señala la consultora McKinsey, los millennial tendrán de media unos 11 puestos de trabajo en toda su vida.
Y, frente a inestabilidad, no aprender a gestionar la incertidumbre no es una alternativa válida. Dicho esto, ¿cómo podemos hacerlo?
La incertidumbre forma parte de la normalidad.
¿Cómo puedo gestionar la incertidumbre laboral?
La incertidumbre es el miedo a no poder controlar lo que está a punto de suceder. Dicho de otra forma, el miedo al futuro. Y tiene graves consecuencias. En el ámbito laboral, por ejemplo, perjudica la toma de decisiones, ralentiza los procesos y provoca inseguridad.
Por ello, quiero compartirte algunas de las alternativas para gestionar la incertidumbre laboral:
1. Identifica el origen de la incertidumbre
Dificilmente vas a gestionar la incertidumbre, si no sabes contra qué tienes que «luchar». Preguntaté qué es lo que te está provocando miedo, frustración, inseguridad o tristeza. Solo de esta forma podrás valorar la forma de gestionarlo. Algunas preguntas que puedes ayudarte a identificar la causa del problema son: ¿Estás satisfecho con tu puesto de trabajo? ¿Y con tus labores?
2. Se flexible
Son especialmente aquellas personas que intentan tenerlo todo bajo control, las que más sufren cuando esto no ocurre. Debes tener en mente que siempre van a existir factores que se te escapen, que no puedas controlar. Pero eso forma parte de la incertidumbre, por lo que mantener una actitud flexible es fundamental.
3. Deja de predecir el futuro, ¡no eres adivino!
A muchas personas, por no decir a la mayoría, les gusta anticipar lo que va a ocurrir. Sin embargo, no suele ocurrir que se cumplan dichas expectativas, lo que genera frustración y una mayor dificultad para gestionar la incertidumbre.
4. Comparte tus pensamientos con tus compañeros de equipo
Siempre y cuando tengas una buena relación con tus compañeros, y confíes en ellos, comunicarles cómo te sientes puede reducir la presión de la incertidumbre laboral. Eso sí, no conviertas tus conversaciones en un monotema.
5. Recuerda que tu vida laboral y personal están vinculadas la una con la otra
Pocas personas son incapaces de gestionar la incertidumbre en su vida personal pero, sin embargo, son excelentes moderadores del cambio en su vida profesional. En este sentido, el estrés, la inseguridad y la dificultad para adaptarte con rapidez a los cambios personales afectan a tu desempeño profesional. Mi recomendación es que, este 2022, te plantees nuevos enfoques y metas en tu vida personal, que afecten positivamente a tu vida laboral.
Y, en definitiva, aprender a gestionar lo imprecedible
Incertidumbre no significa crisis, ni debacle, ni hundimiento, ni nada por el estilo. Gestionar la incertidumbre es gestionar lo imprevisto y lo desconocido, pero no tiene por qué ser negativo necesariamente, aunque si que es algo que se sale del confort de lo previsible y de lo conocido. La pandemia de la covid-19 provocó una situación de incertidumbre que, en el ámbito de los negocios y de las empresas, supuso una serie de cambios profundos y de calado desconocido. Sin embargo, por contra, se ha acelerado todo lo digital, se han revisado los procesos de trabajo y los niveles de productividad, se han virtualizado las comunicaciones, la formación e incluso las relaciones interpersonales.
Así que, como puedes comprobar, las empresas (o por lo menos muchas de ellas) han conseguido aprovechar algunas de las oportunidades que ha presentado la pandemia.
Desde Grupo Prisma, te recomendamos hacer lo mismo: reinvéntate, no dejes de formarte para que la gestión de la incertidumbre sea más sencilla, gestiona tus finanzas de forma óptima, comparte tus pensamientos con familiares y amigos, valora tus alternativas, y haz todo lo que tengas que hacer para aprender a gestionar la incertidumbre. Porque, seamos sinceros, la incertidumbre forma parte del día a día de la vida laboral y personal. Sin embargo, eso no tiene por que ser algo negativo.
Desde el punto de vista empresarial, gestionar la incertidumbre implica dos cosas fundamentales: estar muy atento a los cambios en la sociedad y en los consumidores y tener capacidad para tomar decisiones de forma rápida y efectiva.
La pandemia nos ha enseñado que no es el momento de esperar o de mirar a ver qué hacen otros, ni de esperar recomendaciones de sabios. Nadie puede predecir el futuro. Pero, precisamente por ello, gestionar la incertidumbre significa tener la voluntad de adaptarse a los negocios y a las nuevas oportunidades que se abren en el mercado. Porque, aunque hay sectores muy afectados económicamente, estamos viendo cómo otros crecen y crecen rápidamente.
Hay gente que prefiere esperar. Ver cómo se desarrollan las cosas y qué van haciendo los demás, para después actuar, aunque, quizás, para algunos ya pueda ser demasiado tarde.
Nosotros somos partidarios de actuar, de ponerse al volante de los negocios y de tomar decisiones en virtud de los vientos que corren: digitalizar, hacer los equipos más eficientes y productivos, reforzar el valor cliente y estar más cerca de él, flexibilizar los precios y los servicios y potenciar el talento de las personas de nuestra organización para que nos ayuden a realizar con éxito esta travesía. La incertidumbre está rodeada de obstáculos y de inconvenientes, pero es también una fuente inagotable de oportunidades. Tomemos alguna de ellas para poder fortalecer nuestro futuro.