Para muchas personas el año comienza en septiembre y no en enero. Desde niños, el curso escolar así marcaba nuestros calendarios, con una rutina de septiembre a junio, y un largo parón de desconexión en julio y agosto.
Ahora, en la edad adulta, pese a que ya no podemos disfrutar esos casi 3 meses de vacaciones, sí podemos (y debemos) desconectar de nuestra rutina laboral durante la época estival.
La realidad es que septiembre requiere, en la mayoría de los casos, mayor necesidad de “puesta a punto” que el mes de enero.
La vuelta al cole, el fin de las vacaciones, supone un gran reto para una gran mayoría de trabajadores que ha aprovechado el verano para desconectar y ahora encuentra complicado volver a conectarse con el ritmo laboral habitual.
¿Por qué es tan importante recuperar pronto una alta productividad?
Con el mes de septiembre comienza el último cuatrimestre del año y es el momento perfecto para apuntalar los objetivos y metas que se quieren alcanzar antes de fin de año. Además, la gran mayoría de corporaciones también aprovechan estos últimos meses para cerrar los presupuestos correspondientes al año siguiente.
Son, por tanto, unos meses clave en los que hay que aprovechar las pilas recién cargadas en verano para dar un último empujón y cerrar el ejercicio de la mejor manera posible.
Para ello, es necesario entrenar una serie de elementos para que no se nos haga septiembre demasiado largo y entrar en acción cuanto antes.
La puesta a punto para volver a la rutina
Los deportistas, cuyo año comienza en septiembre (y en algunos casos un poco antes), saben de la importancia que tiene la pretemporada, la fase de calentamiento, para conseguir el éxito. Realizar ejercicios físicos para activar los órganos y llevarlos a su estado óptimo, a la vez que evitas riesgos y mejoras las posibilidades, es muy importante para alcanzar las metas fijadas en la competición.
El calentamiento organizacional debe ser acorde a las características de cada área y los mánagers son clave para ejercer el papel de “entrenador”. De la misma forma que el corredor de maratón inicia el calentamiento con ciertos ejercicios, y se centra en los puntos más débiles y en aquellas zonas que hayan sufrido algún percance; a nivel empresarial es necesario ejercitar el feedback o retroalimentación del desempeño.
Para ello, es conveniente indicar a cada uno de los trabajadores la estrategia corporativa, los puntos donde ha observado su progreso y aquellos en los que aún hay margen de mejora.
La escucha activa es una de las llaves del éxito para conocer cómo los trabajadores tienen planeado alcanzar sus metas, incrementar sus fortalezas y enfrentar sus debilidades. Comentarios como “excelente trabajo” pueden resultar muy útiles para el equipo y el ambiente. Reconocer los méritos a la luz de los resultados del cierre del trimestre veraniego puede potenciar la moral del equipo y hacer que estos trabajen con más empeño.
Además, este primer mes tras la vuelta de las vacaciones es la mejor época para fomentar nuevas ideas e iniciativas. Ayudará a alentar la autoestima grupal y el sentido de pertenencia.
De la misma forma que el deportista se ha impuesto un gran reto para alcanzar a base de entrenamiento, tanto los trabajadores como los puestos intermedios deben aprovechar esta época del año.
Abróchate el cinturón que vienen curvas
Empiece el año en septiembre o en enero, la realidad es que hay más volumen y más presión ahora que a principio de año.
Es una constante que las cosas tienden a suceder más lentamente de lo que nos gustaría y, las prisas, no son buenas compañeras de viaje.
Por ello, desde PRISMA te animamos a creer en tu potencial y a exigir un poco más a tu motor, que ya ha tenido unas semanas para engrasar y es el momento de que le exijas su máxima potencia.