La conducción autónoma es una de las principales áreas de investigación de este siglo en el ámbito de la movilidad. Los avances, aunque constantes, siempre parecían insuficientes para la generalización de su uso. Sin embargo, parece que últimamente llegan novedades que invitan a ser optimistas al respecto.
A nivel europeo ha sido Ford el primero en golpear con la tecnología BlueCruise que incorpora el Mach-E. Este sistema de conducción semi autónomo incluido en el Ford Mach-E es el primero que permite conducir de forma autónoma (y legalmente) en países como Alemania, Reino Unido y también España.
Esta tecnología de conducción pionera en Europa no nos permite desconectarnos de la conducción, sino que BlueCruise está entre el nivel 2 y 3 de conducción autónoma, lo que obliga a fijar la mirada en la carretera para, en caso de advertir algún peligro, tomar el control del coche.
Además, para poder activar este sistema, es necesario estar dentro de las denominadas Blue Zones, que son carreteras completamente mapeadas, con los carriles de circulación bien delimitados y sin interferencias. De hecho, todavía no está sincronizado con el navegador del coche y, si en la ruta hay que cambiar de carretera, por ejemplo, se requiere acción manual para tomar la salida.
La DGT diseña un marco regulatorio más amplio
Aunque otros países europeos como Francia y Alemania ya cuentan con un marco regulatorio que contempla vehículos autónomos de nivel 4 y 5 SAE para poder circular sin conductor, España está dando todavía los primeros pasos en esta dirección.
Aunque todavía no existen coches completamente autónomos, la realidad del sector es que la tecnología avanza rápido y, además del BlueCruise de Ford, hay otros sistemas como Drive Pilot de Mercedes Benz (nivel 3 SAE) y el Autopilot de Tesla (nivel 2 SAE) que aún no están homologados en España.
Según datos de ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), un 18% de los vehículos que se comercializan en España podría incorporar tecnología SAE 3 y un 75% incorpora tecnología SAE 2.
¿En qué punto de conducción autónoma estamos?
Es importante destacar la gran cantidad de mejoras que se han ido incorporando a los automóviles durante la última década en cuando a ayudas de conducción autónoma, sobre todo enfocadas en garantizar la seguridad vial.
Aquí, podemos destacar avances como el sistema de control de presión de neumáticos, el sistema de frenado de emergencia, el sistema de cambio de carril y corrección, el sistema de información de ángulos muertos, el detector de marcha atrás, las advertencias de colisión con peatones, ciclistas u otros vehículos, el asistente de velocidad inteligente, etc.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y hay dos noticias recientes que demuestran que todavía queda mucho camino por andar. En Reino Unido están avanzando con la legislación para hacer responsables de los posibles accidentes al fabricante del vehículo u operador. Esta medida sólo será aplicable para vehículos de nivel 4 o 5 y siempre y cuando el coche esté en modo de conducción autónoma.
El peligro de la conducción autónoma: el caso de Cruise en San Francisco
Poco más de un año ha tardado esta compañía de taxis sin conductor en suspender su actividad en California. Aunque la compañía Cruise ha paralizado el servicio voluntariamente, ha sido el Departamento de Vehículos Motorizados de California el que dos días antes anunció la suspensión de permiso de taxis autónomos de Cruise tras los reiterados accidentes en los que se han visto involucrados sus coches.
Esta compañía, perteneciente a General Motors, ha estado más de un año operando con bastante asiduidad en San Francisco, por lo que se han podido observar los peligros de su uso masivo.
El accidente más grave ha causado la muerte de una niña de cuatro años este mismo año. Unos días después, un vehículo de Cruise pasó por encima de una persona que había sido atropellada por otro coche y había quedado tendida en el asfalto. También se han producido incidentes con el servicio de bomberos de la ciudad que han visto afectadas sus labores por vehículos de Cruise que bloqueaban el tráfico.
La puerta de la conducción autónoma está abierta, pero todavía queda mucho camino por recorrer para que su uso sea generalizado.