La mejora continua de nuestras habilidades y competencias es una de las claves para tener éxito a nivel laboral. Pero, ahora que debemos sacar nuestra mejor versión, es fundamental.
Estamos en un punto en el que lo más valorable de nosotros a nivel profesional es la resiliencia: la capacidad que tenemos de adaptarnos positivamente a las situaciones adversas, a los cambios, y convertir el miedo y la incertidumbre en oportunidades de mejora.
Habrá unas personas más preparadas que otras para adaptarse a este nuevo entorno, esta nueva normalidad, en la que estamos apreciando cambios de los que muchos ya se quedarán con nosotros. Además, esta transformación en nuestros hábitos es de carácter transversal, nos afecta en todas las facetas: productiva, social, comunicativa, … y en todos los ámbitos: relación con empleados, jefes, clientes, proveedores, etc.
Para asegurarnos de que la transición al entorno profesional en el corto plazo sea lo más eficiente posible necesitamos contar con los conocimientos necesarios para sacar el máximo partido a las herramientas que tenemos a nuestro alcance. ¿Esto que significa? Sencillamente, que nuestros equipos necesitan la ayuda de un experto.
Vale, me interesa… ¿qué puedo hacer para que mis empleados sean más resilientes?
Desde el prisma de la psicología, los mejores resultados se obtendrían desde un proceso de acompañamiento, coaching o mentoring, por supuesto personalizado, en el que se acompaña a la persona durante la asimilación de los cambios que está experimentando, se le ayuda a encontrarse a si mismo en ellos y a sacar el máximo partido a las herramientas con las que cuenta.
Es decir, un profesional experto en comportamiento humano reflexiona y analiza contigo los cambios, las oportunidades, las fortalezas, las debilidades, etc. para acompañarte en ese viaje o proceso de adaptación a la nueva realidad, para conseguir que te conviertas en un profesional mejor de lo que eras antes.
Este proceso de cambio u optimización también se puede llevar a cabo a nivel empresarial (no sólo individual) con un proyecto de consultoría en el que, a gran escala, se definiría la meta a alcanzar para definir los pasos que debemos recorrer durante el camino, los actores implicados, los nuevos procesos y los tiempos de implementación.
Por último, una tercera opción de “mejora individual” para afrontar esta nueva normalidad es la formación. Cuanto más se potencien las habilidades y competencias necesarias para triunfar en este nuevo contexto, más seguro es alcanzar el éxito. Para ello, la formación incide en esa tarea teórica y práctica tanto a nivel comportamental como a nivel productivo.
¿Se puede llevar a cabo este proceso de manera no presencial?
La respuesta es sí y la explicación es sencilla: ya lo hemos hecho antes con excelentes resultados.
Exprimiendo al máximo los recursos tecnológicos que tenemos a nuestro alcance, no sólo aseguramos unos niveles de calidad excepcionales, sino que se reducen notablemente los costes de estos servicios de recursos humanos.
Si crees que te vendría bien nuestra colaboración en procesos de consultoría, coaching y formación, estamos continuamente trabajando en proyectos con clientes como tú que seguro estarán encantados de compartir su experiencia contigo. Escríbenos a comercial@grupoprisma.com y hablamos.