Hay muchas cosas que puede hacer casi cualquiera. De hecho, la gran mayoría de las personas pueden hacer la gran mayoría de las cosas. Otra cosa diferente es que las cosas se hagan bien, mal o regular. El secreto del éxito, como casi siempre, radica en las ganas y en el tiempo que se ha destinado a la causa.
¿Por qué contratamos a un electricista, un fontanero o un pintor para que mantengan nuestra casa en buenas condiciones?, ¿Acaso no somos capaces de ir a comprar un bote de pintura, una brocha y esparcir el contenido del bote por las paredes de la casa?
Y ¿por qué llevamos el coche al mecánico para que nos cambie el aceite y los filtros?, ¿Acaso no podemos hacerlo nosotros?
1. ¿Qué consecuencias tiene para tu negocio no invertir en profesionales?
Es cierto que en estos oficios hay una serie de conocimientos que se nos escapan, pues, en el caso del pintor, según los materiales con los que esté construida la pared, la humedad del ambiente, etc., serán necesarias más o menos capas y más adecuado un tipo de pintura u otro.
En la selección de personal pasa un poco lo mismo, aunque las consecuencias influyen directamente en tu negocio, y la diferencia entre una mala y una buena decisión es determinante para el buen funcionamiento de la empresa y, por supuesto, se refleja en el retorno económico.
Entonces, ¿por qué si delegamos en la gestión de gran cantidad de actividades en nuestro día a día, nos cuesta delegar en la gestión de talento?
Las empresas de Recursos Humanos y selección de personal estamos familiarizados con la tarea de buscar y encontrar personas con el perfil adecuado para un determinado puesto. Estamos acostumbrados a desarrollar personas y a gestionar talento. Es una labor que, aunque pueda parecer sencilla, en realidad no lo es.
¿Crees que es fácil leer más allá de la primera impresión que nos arroja una persona, advertir aquellos detalles que han evitado contar durante la entrevista o identificar la actitud profesional de un candidato? Antes de responder, ten en cuenta que hay personas que mienten muy bien.
2. ¿Qué entiendes por ‘Selección de Personal’?
¿Es lo mismo que una reparación de tu vehículo la lleve a cabo el sobrino de tu vecino del pueblo que sabe de coches o el concesionario oficial de la marca? Ambos son mecánicos, ¿no?
En PRISMA entendemos la selección de personal como una decisión empresarial de importancia capital para optimizar los beneficios del negocio.
La selección de la persona ideal con el perfil indicado para un trabajo concreto es un proceso largo y exhaustivo que persigue medir con la máxima exactitud las aptitudes y actitudes de los cientos de candidatos que optan a los procesos de selección que gestionamos.
Analizar cuáles son las necesidades que se requieren para el perfil que se está buscando, cuál será su puesto y sus responsabilidades, los objetivos laborales y, sobre todo, qué se espera de él, son elementos imprescindibles para iniciar el camino hacia el éxito.
3. ¿Tiene tu negocio los recursos para llevar a cabo una buena selección de personal?
El filtrado curricular de los aspirantes es un primer paso básico en todo proceso de selección. ¿Y luego qué?
En PRISMA les pedimos a los candidatos que se graben un vídeo de presentación. El objetivo de esta tarea no es tanto descubrir sus habilidades comunicativas como filtrar a aquellos candidatos que tienen una actitud más proactiva y trabajadora. Tal y como describíamos en este artículo, el 80% de los candidatos abandonan en esta primera fase de la selección.
En segunda lugar, les enviamos unos test psicotécnicos para medir sus competencias profesionales. Este tipo de test no da lugar a engaño, ya que no hay preguntas cerradas y son los candidatos los que han de abrirse y mostrarnos su forma de pensar y actuar en el entorno laboral.
Además, contamos con otros tests destinados a actividades más específicas para medir competencias comerciales, creatividad, etc.
A la hora de la entrevista cara a cara, después de descartar aquellos perfiles que no cuadran con lo que estamos buscando, ya tenemos una aproximación a los candidatos bastante concreta, tanto a nivel aptitudinal como actitudinal. Esta reunión nos permite centrarnos en aquellos aspectos, positivos y negativos, que podrían afectar significativamente al retorno empresarial.
4. ¿Cuánto vale tu tiempo?
El principal motivo por el que delegamos labores en otras personas es que disponemos de un tiempo limitado y debemos centrarnos en otros enseres que consideramos más importantes.
¿Es más barato hacer tú mismo un proceso de selección en lugar de contratar a una empresa especializada que lo haga? Un punto de vista interesante es plantearse cuántas horas te va a llevar el proceso y, en ese tiempo, qué otras labores empresariales estás dejando de hacer.
¿Cuál es el coste de seleccionar un perfil que no es el adecuado, invertir en su formación y tener que reemplazarlo a los 6 meses porque no da la talla para el puesto?
¿Tiene sentido que un gerente haga una selección por su cuenta y, después de advertir que no ha encontrado el perfil adecuado, contratar a una empresa especializada? Esta situación sucede más a menudo de lo que se piensa. A la hora de reducir costes se tiende a descuidar este aspecto, que es indispensable para el buen transcurso del negocio.
5. ¿Dónde vas a encontrar al trabajador ideal para tu puesto vacante?
Si aún tienes dudas de la importancia de una selección de personal cualificada, este es el punto diferenciador que va a inclinar la balanza hacia la profesionalización.
¿Qué recursos tienes para conseguir que tu oferta llegue a los candidatos idóneos?
Cuantas más personas apliquen al proceso de selección, más posibilidades hay de encontrar ese perfil concreto que estamos buscando.
Una empresa de selección cuenta con una extensa base de datos con perfiles muy variados que, en un momento u otro, han formado parte de diversos procesos. Además tiene los contactos y la experiencia para encontrar candidatos similares.
En muchas ocasiones, el gran problema para encontrar a la persona ideal para un puesto específico es que ésta no se encuentra en nuestro círculo cercano.