El sector automoción se encuentra inmerso en un periodo de transformación (e incertidumbre). Todas las compañías se están posicionando estratégicamente para sacar el máximo partido de la situación.
En este contexto, no es de extrañar que surjan rumores de alianzas, fusiones y absorciones entre las diferentes marcas que integran el sector. El caso más representativo en los últimos años ha sido la compra de Opel por parte del Grupo PSA, aunque encontramos otros ejemplos más recientes como la alianza entre BMW y Daimler para fusionar sus servicios de carsharing o, este mismo mes, un acuerdo entre BMW y Jaguar Land Rover para desarrollar la próxima generación de tecnología eléctrica.
Los últimos protagonistas de las portadas del corazón son Renault y FCA. Un romance que podría ser muy beneficioso para ambas compañías, pero con muchas dificultades para salir adelante. Aunque comparten el posicionamiento, enfocado en segmentos pequeños y vehículos comerciales, Renault-Nissan le aportaría al Grupo FCA una gran experiencia en electrificación que se vería recompensada por la gran presencia que ostenta FCA en Estados Unidos. Entonces, ¿cuál es el problema? Vamos a ello:
- Antes de nada, convendría recordar que FCA ha estado estrechamente relacionado con PSA por una posible fusión hace escasos tres meses.
- Habría que definir qué ocurre con el acuerdo que actualmente mantiene Renault con Nissan, que requiere un sí “explícito” de los japoneses a la operación.
- El gobierno francés también está en el ajo, dentro del accionariado de Renault, y tiene exigencias. Como el mantenimiento de plantas industriales, puestos de trabajo y representación en el consejo.
- FCA se ha echado atrás. Presuntamente ante la tardanza en dar el “sí quiero” a la operación al 50% y alegando que no se daban las “condiciones políticas” para continuar.
Parecía que el matrimonio estaba roto y no había posibilidad de reconciliación. Pero, según reportan medios italianos, los últimos días se han celebrado reuniones entre los directivos de ambos grupos para retomar su relación, superar los obstáculos del pasado y firmar esa fusión al 50% que, parece, ahora está bastante avanzada.