Venimos hablando de movilidad desde los últimos años como la piedra angular del futuro de la automoción. Este concepto engloba aspectos muy diversos, pero básicamente se centra en dar respuesta a los clientes para utilizar un vehículo y satisfacer sus necesidades de moverse. El término “utilizar” es el quid de la cuestión, ya que transgrede la tradición de la tenencia en propiedad.
Desde que se acuñó este concepto de movilidad venimos viendo fórmulas muy creativas e interesantes como el leasing, el renting o más recientemente la suscripción. Nos acercamos a un servicio basado en el alquiler, pero para duración más amplia que el típico rent a car y un precio muchísimo más razonable para el bolsillo medio.
No es una tendencia exclusiva del sector automoción, ya que en otras áreas de nuestra vida ya nos hemos acostumbrado a pagar una cuota mensual para ver Netflix, escuchar música en Spotify, acceder al fútbol de pago o, si me apuras, para poder ir al gimnasio.
La generalización de la suscripción
Fueron las marcas las principales impulsoras de esta modalidad con proyectos piloto en los que medían el pulso del mercado con soluciones como la suscripción a una marca de vehículos (donde podías cambiar dentro de la gama) o la suscripción a diversos accesorios del coche conectado (como ampliar la potencia o disfrutar asientos calefactables). Pero, sin duda, la apuesta con mayor éxito ha sido la penetración en el mercado de los particulares con la fórmula del renting.
Desde esa base y, básicamente, reduciendo la permanencia, hemos llegado a los modelos de suscripción. Y aquí hay que felicitar a muchos concesionarios por su valentía y amplitud de miras al sumarse a este modelo.
¿Por qué es interesante la suscripción para un concesionario?
Porque es la mejor solución para optimizar los vehículos en stock que tienen las redes de distribución, ya sean nuevos, seminuevos o de ocasión.
Desde el punto de vista económico, con esta fórmula los vehículos no están parados y generan un retorno económico mayor que la depreciación que supone el uso del vehículo.
Desde el punto de vista de experiencia de cliente, estas soluciones son muy interesantes para suplir las carencias que pueden ocasionarse con los plazos de entrega y las esperas de taller.
Es decir, dedicar los vehículos de suscripción como pre-entregas y sustituciones de taller, además de aumentar la satisfacción del cliente por poder seguir utilizando un coche, generará un retorno económico al concesionario.
Por último, desde el punto de vista comercial, los vehículos de suscripción son muy útiles para que los clientes prueben nuevos vehículos y nuevas tecnologías y se decidan a cambiar su coche actual. O incluso para aquellos clientes que optan por vehículos eléctricos y quieren uno de combustión para irse de vacaciones, por ejemplo.
Algunos casos de éxito de modelos de suscripción en concesionarios
Encontramos cada vez más actores que apuestan por la suscripción y esta cifra no deja de aumentar.
Es esta imagen de World Wide Mobility puedes observar en un mapa las principales empresas que operan en España con fórmulas de suscripción: