El novedoso prototipo de la compañía nipona, presentado en el CES (Consumer Electronics Show) de Las Vegas, está basado en la Inteligencia Artificial Yui y busca aprender de tus emociones para reaccionar según tus gustos y preferencias, y “entablar una relación humana”.
Ian Cartabiano, jefe del estudio de diseño avanzado de Toyota, expone su “visión de cómo se conducirá un Toyota en 2030”: El reto es conseguir que el interés por el automóvil corresponda a un plano pasional, que haya una conexión entre vehículo y conductor.
El Toyota Concept i ha sido desarrollado desde dentro hacia fuera como una única interfaz. La experiencia es totalmente innovadora:
– Para saludar al coche tienes que darle la mano: se acerca un círculo a tu mano que debes pulsar para encender el vehículo.
– Sigue los 12 Principios de la Animación de los estudios Disney para conseguir que un objeto inanimado parezca vivo. Para ello, el interior y la carrocería se cubren de una serie de paneles con tecnología OLED para comunicarse con el entorno y el propio conductor.
– La interfaz, controlada por voz y gestos, varía según las situaciones y lo refleja en su aspecto exterior. Según te acercas al coche, los faros (hasta entonces invisibles) se van abriendo como si fuesen los párpados de Yui al despertar. Además, la carrocería proyecta mensajes como ‘hola’, ‘cuidado’ o diferentes avisos ante posibles peligros en la vía.
– La iluminación interior indica el modo de conducción. Así, el color púrpura se relaciona con la conducción autónoma mientras el verde significa conducción manual. Esta información también se refleja en el panel central.
La cuestión no es sólo conocer el cómo de autónoma es la conducción de los coches, sino hacerlos atractivos para el público. “Lo que de verdad cuenta es la experiencia de las personas que interactúen con esos vehículos. Gracias al Concept-i y a la Inteligencia Artificial, creemos que el coche del futuro puede interactuar con las personas”.