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Entrevistamos a Alfonso Jurado, presidente del Grupo Jurado Nigorra y de la Agrupación Nacional de Concesionarios Renault.
Alfonso lleva toda su vida trabajando en el sector automoción, lo que le ha permitido adquirir una amplia visión del negocio. Actualmente, compatibiliza la presidencia de la ANCR y del Grupo Jurado Nigorra, cuyos pilares son Renault Jurado y Nissan Nigorra, con diversos concesionarios en la Comunidad de Madrid y las Islas Baleras respectivamente.
En el plano personal, Alfonso es una persona muy cercana y agradable, conoce las reglas del juego a la perfección y se expresa con claridad y sentido común.
¿Cómo está afectando la transformación digital a todos los actores del sector automoción, tanto marcas, como concesionarios y clientes?
Yo creo que la transformación digital, al final, es un cambio que, en cinco años, vamos a tener unos avances en el automóvil, la distribución, la digitalización de los vehículos, que no hemos tenido en los veinte anteriores. Todos los cambios son traumáticos, dan miedo, pero yo creo que no será tan traumático ni tan malo.
Hace poco, en un artículo de nuestra web, hacíamos una reflexión sobre si, en la transformación digital, es más importante la transformación o la digitalización. Y concluíamos que, en general, lo más importante es la transformación, porque depende de las personas adoptar esa digitalización que tienen a su alcance; Mientras tanto, la digitalización por sí misma, sin nadie que quiera llevar a cabo esa transformación, es estéril.
En este sentido, ¿crees que las personas del sector están preparadas para sacar partido a la transformación digital a la que nos enfrentamos?
Entiendo que el sector se tiene que preparar, se está preparando y, de hecho, está preparado. La digitalización es algo que todo el mundo tiene en su casa. Entonces, la preparación la pide el mercado, y lo que pide el mercado es lo que nosotros tenemos que hacer. Es verdad que nos tenemos que anticipar y que, muchas veces, la digitalización va por delante.
Pero ¿la digitalización qué es? Ahora mismo todo el mundo está geolocalizado por su móvil. Yo, cuando llego a Palma de Mallorca y conecto mi móvil, lo primero que encuentro es un mensaje del banco de sangre que me piden que vaya a donar, porque soy donante de sangre. Estoy geolocalizado, totalmente. Y utilizo dispositivos tecnológicos, porque hay que estar al día.
Es verdad que hay sectores que van más adelantados que el nuestro, pero ahora mismo, te quedas tirado con el vehículo o has tenido un accidente y estás geolocalizado, o te avisa el móvil de cuándo tienes que hacer la revisión, qué avería tiene tu vehículo, etc. Todo esto son adelantos. Es cierto que tienen que ser cosas que el cliente admita y autorice, porque podemos entrometernos en la privacidad de las personas. Hay que tener un límite, como el cambio que ha habido hace poco con el nuevo reglamento de protección de datos. El cliente tiene que dar su autorización y ser consciente de que le pueden controlar en cualquier momento. Hay cosas positivas y otras que pueden llegar a molestar.
Muchas veces avanzamos en unas cosas y en otras seguimos igual. Se siguen generando papeles a punta pala, hasta en los ayuntamientos o administraciones, incluso los fabricantes generan documentos para novedades o estándares que al final son documentos y más documentos, todo en papel. Hay que digitalizar todo, no solo el automóvil. Hay muchas cosas en las que seguimos a pedales.
Es verdad que nuestra cultura va a ser difícil cambiarla, la mía, con cincuenta y pico. La de una persona con 30 años está más acostumbrada, se desenvuelve mejor a nivel informático. Y tener hoy una mesa llena de papeles, es horrible con la evolución de la informática, pero todavía nuestra cultura no está tan adelantada.
Yo creo que, existiendo la nube y ordenadores con unas capacidades de memoria alucinantes, es un atraso seguir pasándonos papeles y firmando documentos escritos, cuando la gente ya está pagando con el móvil y la factura se envía por email… Al final los papeles, carpetas, etc quedan muy bonitos, pero acaban en la basura.
Se está avanzando mucho en la compra desde el móvil o el ordenador. Gigantes tecnológicos como Amazon han triunfado en un público con un rango de edad muy amplio, desde los 15 a los 65. La mejora logística de «lo compro hoy y mañana me llega a casa» comienza a asentarse entre los consumidores…
Está claro que el sistema de distribución de automóviles está obsoleto. No podemos mantener un sistema de distribución durante cien años.
También es cierto que el cliente del coche no es un cliente tan adelantado como para comprar por Amazon un vehículo, por lo menos en este país… ¡De momento!
Es verdad que es una compra mucho más importante y reflexiva que muchas de las compras por impulso que podemos observar en Amazon…
Ya no es la negociación, pues eso se puede hacer perfectamente por internet. Puedo entrar en un concesionario, luego en otro y luego en otro; y nosotros no tenemos ni podemos tener el mismo precio porque no estamos bajo ningún acuerdo para mantener unos precios fijos, sino que cada uno da su precio. El vehículo de ocasión tiene un precio, el coche nuevo otro… A lo mejor hablamos de 500€ arriba o abajo, pero son 500€.
Ahora mismo, cualquier persona entra, configura su coche, estudia su cuota de financiación, elige un seguro, y lo configura entero: color, tapicería, accesorios, etc. Entonces, cuando llega a la concesión, en lugar de siete veces como iba antes, ahora va dos. Y con una ya casi le sobra, porque una es para cerrar el pedido, pero normalmente va dos porque le gusta enseñar a su pareja, amigos o familiares, sentarse, tocarlo, verlo y, probarlo claro, que es uno de los momentos más importantes de la compra.
Y todavía no hemos llegado a un expendedor de coches, como hay en algunos países. Porque nuestro país, nuestra cultura, no es de expendedor de coches. En cuanto a llevárselo a casa, claro que se lo llevamos a casa, lo que él quiera. Ningún problema, si eso es lo más fácil. En un concesionario, lo más bonito es vender un vehículo. Son todo buenas experiencias. Luego vienen las malas, cuando falla el coche.
Ahora mismo a nivel de calidad estamos muy avanzados, de diez, y no sólo nuestra marca. Pero siempre puede haber un problema, porque estamos hablando de un elemento mecánico que puede fallar…
Eso sí, tenemos una garantía que además se puede ampliar, vehículos de sustitución para que el cliente no se quede sin coche, tenemos un servicio 24 horas, etc. El cliente puede estar bien tranquilo de que su movilidad está garantizada.
Ni estamos tan avanzados, ni tan atrasados, pero yo no veo un expendedor de vehículos ahora mismo porque a la gente le gusta ver, tocar y probar el coche. Es cierto que no hace falta que venga a la concesión tanto como antes. Ahora viene teniendo todo super claro. A lo mejor tiene un par de preguntas que no ha podido resolver en internet…
Una de las tendencias más extendidas últimamente es el pago por uso frente a la compra en propiedad, con el carsharing o el renting para particulares como mayores exponentes
Vamos a ver infinidad de modalidades. Desde el principio, aquí, en las grandes ciudades el carsharing está triunfando. El coche compartido dentro de nada será algo muy habitual. Y luego, tenemos todo tipo de servicios, como las motos eléctricas, que las coges en una esquina y la puedes dejar casi donde quieras.
Es normal que la gente joven, en ciudades como Barcelona o Madrid, no quiera un vehículo, porque tiene problemas con dónde aparcarlo, los gastos de seguro, impuestos. Esto para las grandes ciudades es un éxito y no es el futuro, porque es el hoy. Una solución magnífica para irse a cenar, y luego te puedes volver en un taxi si has bebido o estás cansado.
Desde luego, el carsharing, donde Renault está presente con Zity, está funcionando muy bien. En principio son negocios deficitarios, porque acaban de salir y tienen que encontrar el punto cero, pero también es verdad que se hace un uso de los vehículos que no es muy apropiado… Yo veo mucho coche maltratado. Es cierto que se les hacen muchos kilómetros, pero pasan por gran cantidad de manos y, en muchos casos, no se les cuida tanto como cuando el coche es tuyo… Y es una pena.
Lo cierto es que, después del éxito de Car2go, Zity se diferencia por el hecho de poder llevar a cuatro personas. ¿Está más enfocado a una movilidad familiar?
Zity es un turismo que está más pensado para ti que para el carsharing. Es un vehículo que se está vendiendo, a particulares y a empresas, y además se está utilizando para el carsharing, pero no es un vehículo hecho para el carsharing.
De hecho, el Car2go es un vehículo más del estilo carsharing que el Zity, que es un vehículo normal.
¿Crees que es un hándicap para Car2go contar sólo con dos plazas?
Bueno, pero ¿y las motos eléctricas? Yo utilizo todos. Yo tengo en mi móvil todas las aplicaciones. Porque en un momento dado uno lo tienes a doscientos metros y otro a dos kilómetros y medio. Entonces, tienes que buscar al que más cerca esté. Pero bueno, yo creo que es un sistema de movilidad para la ciudad maravilloso.
Hay varios informes que apuntan a que dentro de una década van a desaparecer la mitad de los concesionarios. ¿Qué opinión tienes sobre este tema?
Es un poco complicado. Lo que sí es verdad es que el concesionario que no tenga un buen volumen, por ejemplo, menos de unos 3.000 coches al año, ya sea con una marca o con varias, lo tiene muy complicado.
Porque al final la viabilidad de un concesionario es el volumen, se paga por volumen. Un vehículo no deja margen. Lo deja vender 3.000 coches al año, si llegas a objetivos, y los variables. La venta del vehículo, uno por uno, no es rentable, no te deja ningún margen. Hay que llegar a objetivos, incluir variables y, con todo eso y un buen volumen, si llegas a un 1% es una rentabilidad que, para mí es muy poca, porque tienes riesgo de unas pérdidas enormes para ganar muy poquito. Pero un 1% de un volumen de 30 o 50 millones de euros es una rentabilidad que sí puede cuadrar. Claro, yo lucho con los fabricantes continuamente por un 2%, pero llegar al 1,5 o 1,6% ya cuesta.
Entonces, seguimos peleando por el 2% porque claro, los concesionarios tienen que hacer inversiones a nivel de personal, instalaciones, imagen, etc. También tenemos continuamente unos gastos para mantener las instalaciones que, en el centro de Madrid como donde estamos ahora, se multiplican los gastos por 20: IBI, pasos de carruajes, personal, salarios, mantenimiento de instalaciones, remodelaciones, … Son inversiones que tienes que hacer para ser un concesionario actual. Además, como empresarios, se supone que deberíamos ganar un poco de dinero.
Luego dura lo que dura, y al cabo de los años estarán obsoletas, se habrán hecho viejas y tienes que volver a cambiarlas. Más los estándares de la marca, que de vez en cuando hay que cambiar los suelos y todo… Aunque nosotros nos hagamos mayores, las empresas siempre tienen que ser jóvenes y actuales. Y eso significa una inversión. Inversión que hay que rentabilizar y amortizar. Y es con el tiempo. Siempre y cuando de tiempo a amortizarlo antes de volver a empezar (risas).
Actualización constante…
Este es el bussiness que tenemos y al que nos adaptamos como podemos.
Hay mucha gente que predice que cada vez habrá menos ventas en la concesión in-situ por la influencia de internet, que hace al concesionario tomar un papel de entregador de coches; pero, sobre todo, la tendencia apunta a que va a ganar mucho más peso la postventa. ¿Cuál es tu punto de vista?
Yo creo que las palancas de rentabilidad de un concesionario desde la actualidad hasta dentro de cinco años van a ser la parte de servicios y la de vehículos de ocasión. La parte de ventas no tiene pinta de que vaya a mejorar nada, si no es que baja.
Pero bueno, no se puede luchar contra la realidad. Internet está ahí, y además va a seguir estando ahí, y mejorando mucho. Y nosotros estamos metiendo herramientas para mejorar internet. No puedes ir en contra de la realidad, y el cliente es el que decide.
Aquí el mercado es el que manda, y lo que manda es tener una herramienta que, en un periodo muy corto de tiempo, te de su financiación, puedas configurar el vehículo, conocer la fecha de entrega, promociones…, para hacer comparaciones con otras marcas y otros vehículos. Y eso se hace en casa. Es un juego, pero un juego que te evita muchos paseos y pérdidas de tiempo. Además, yo creo que te aclara muy bien las cosas.
Más que estar en contra, estamos continuamente poniendo herramientas nuevas, nosotros, los concesionarios, gastando mucho dinero en la red. Es lo que hay hoy, no puedes luchar contra la realidad. Además, a mí me parece correcto. Yo utilizo continuamente las redes y los sistemas informáticos, y el email es la herramienta de trabajo en el día a día.
Aunque yo prefiero, si tengo que contar algo a alguien y lo tengo cerca, acercarme a tomar un café, contárselo in-situ y ya de paso me tomo un café porque el contacto humano siempre tiene que seguir existiendo. Que nos enviemos email con gente que tenemos a 20 metros me parece tan ridículo que vamos a terminar por no saber hablar con la gente.
Está claro que internet es de gran ayuda en muchos momentos del día a día, pero no debemos olvidar que somos personas…
Sí, pero es el miedo que a mí me da. He visto en empresas mías cómo el director le envía al jefe de administración un email para contarle una chorrada. Ostras, sal del despacho, ve a su mesa y se lo cuentas en vivo; además tomáis nota los dos. Estando a cinco metros, ¡qué bonito es ir a verte!
Hay veces que no salimos del despacho, y hay que estar en la calle, hablar con los clientes, saber qué piensan, hablar con los empleados, saber cómo esta su mujer, cómo está su hijo que estaba enfermo el otro día. Hay que mantener ese calor humano y esa relación personal.
Es una pena, pero hay chavales que no salen de su habitación, jugando a videojuegos, perdiendo un montón de valores que me da mucha pena que se pierdan. Porque se pierde la humanidad de la gente.
Yo estoy de acuerdo con las redes, pero estoy de acuerdo también con los cafés, coca-colas, agua o simplemente dar una vuelta a la manzana. Porque se está enfriando mucho el tema personal. Hay gente que no te saluda en la escalera de una casa… Y yo digo «hola» y me quedo como tonto porque nadie me responde.
Y por no hablar del móvil, que un día vamos a matar a alguien, porque van con los cascos y el móvil cruzando las calles, y encima los coches cada vez suenan menos, y no se enteran, no se dan cuenta del peligro…
He visto gente, joven y no tan joven, cenando en pareja en algún restaurante y cada uno con su móvil… En lo que se supone que es una ocasión «especial»
Desgraciadamente es muy habitual ver a una familia comiendo o cenando, y todos con su móvil. Que te preguntas que para qué van a cenar fuera, en lugar de pedir comida a domicilio y cada uno que cene sólo… Si sales a cenar se supone que es para compartir, para ver qué problemas tienes, qué problemas no tienes, celebrar un cumpleaños o, simplemente, pasar un rato con la familia juntos. Me da mucha pena, pero creo que hay unos valores que no se deben perder. A lo mejor me estoy haciendo mayor… (risas)
Lo que dices me parece que es puro sentido común…
No te esperabas esta entrevista, ¿verdad? Estamos hablando de todo menos del automóvil (risas)
Al final, para los que estamos en el sector, el automóvil es una parte más de la vida y la transformación digital de la que hablábamos antes no sólo afecta al automóvil, sino que lo hace sobre todas las facetas de la vida de las personas. Al fin y al cabo, se trata de aplicar la tecnología existente para mejorar
Le estamos dando mucha importancia a algo que estamos haciendo desde hace mucho tiempo. Ahora mismo, en una reunión de amigos, surge cualquier polémica, la edad de un actor, por ejemplo, y llega uno, se mete en internet y te dice la fecha exacta. Se acabó el debate. Con lo bien que nos lo pasábamos…
Hay una revolución que está afectando a la automoción en los últimos tiempos, y es la de los combustibles alternativos. Y digo últimamente porque el primer vehículo eléctrico tiene más de cien años, se han hecho pruebas con motores de hidrógeno hace tiempo, y ahora parece que hay un boom, que el diésel es malísimo… ¿Cómo ves tú estos cambios que vienes?
Endemoniamos muchas veces cosas sin saber. Aquí los ayuntamientos están actuando sin información, y cuando la gente no tiene información y no sabe lo que tiene que hacer, necesita asesorarse con gente competente. Y la verdad es que no lo están haciendo.
Hay motores diésel que pueden ser más ecos que la gasolina y que otros combustibles, lo que pasa que lo hemos endemoniado y el diésel se lo han cargado. Y es una pena, porque el diésel puede ser menos contaminante que otras alternativas. Es cierto que hablamos de gasolina, de tener que adaptarnos a las nuevas normativas de emisiones, etc. Pero parece que el diésel está muerto y nos queda gasolina, gas, eléctricos o híbridos.
Los híbridos para mí no son tan ecológicos porque al final, usan un poco de electricidad, pero cuando sales a carretera con ellos son como un gasolina. Hay que trabajar mucho en esos motores, todavía no están al 100% pero estoy convencido de que de aquí a dos años estarán. Luego sacarán otra cosa… Pero, en definitiva, el gasóleo se ha endemoniado sin información…
En este sentido, parece que coinciden las grandes capitales a nivel europeo en esta dirección
Sí, sí, no es sólo aquí, también pasa en otras ciudades. Pero a un señor que tiene una finca en Salamanca, o cualquier otra parte de España, un diésel le puede hacer su apaño perfectamente y no necesita coches eléctricos, ni híbridos, ni nada. Y yo creo que no va a morir el diésel.
Yo tengo un diésel actualmente y, según mis necesidades personales, es la mejor opción
Claro, el gasóleo ha sido siempre un vehículo con menos mantenimientos, más kilómetros, mayor duración, etc. Se puede adaptar perfectamente para cumplir la normativa.
Además, los fabricantes continúan lanzando al mercado modelos diésel
Yo creo que se siguen sacando diésel porque no tenemos otra cosa (risas).
Coches diésel quedan y, además, se han matriculado muchos con la entrada en vigor de la nueva normativa. Esta ley tendría que haber salido dentro de dos años y se ha adelantado, por lo que a muchos fabricantes les ha cogido con el pie cambiado.
Por ejemplo, Renault, que tiene Renault, Nissan y Mitsubishi, cuenta con motores que se pueden utilizar, pero hay que adaptarlos y lleva un tiempo. Yo creo que vamos a pasar un fin de año complicado y muy simpático, y el año que viene Dios dirá… Es un año de transición.
Pero el Grupo Renault cuenta con la ventaja de haber sido uno de los primeros en subirse al carro de lo eléctrico. ¿Cómo os afecta este hecho?
El eléctrico tiene un problema y es que si los ayuntamientos no apuestan por el coche eléctrico y no ponen medios para cargar… En Palma, por ejemplo, que es una isla maravillosa que te recorres de punta a punta en 50 km, con un coche eléctrico vas y vuelves perfectamente, pero el miedo a quedarte sin batería por el camino requiere de puntos de carga. Y los ayuntamientos no están haciendo inversiones.
Yo tenía mucha ilusión en que la cantidad de cabinas de teléfono que había por ahí, y ya no valen absolutamente para nada, se reciclarían para poder cargar tu coche. No todo el mundo tiene la posibilidad de tener una vivienda unifamiliar o un garaje particular.
Pero sobre todo el problema es la autonomía, que da miedo. Un coche eléctrico hoy no da para irse de vacaciones y volver. Entonces, mientras no tengamos toda la autonomía necesaria, la gente no piensa en un coche eléctrico.
Están matriculando coches empresas, particulares, … pero el problema grave son los ayuntamientos y nuestros gobiernos, que vamos cambiando, pero ninguno apuesta. Todo el mundo habla de coche sostenible, coche eléctrico, contaminación, etc., pero ¿qué hacen, aparte de cortar el tráfico? No hacen nada.
Son inversiones que tienen que hacer. El coche eléctrico se va a imponer sí o sí. Dentro de un año, de cinco o de diez, pero va a ser un coche que puede alcanzar un 20% de mercado.
Desde la cuota actual del 1% que tienen los coches eléctricos al 20% hay un gran margen de mejora…
Pero necesita servicios. El coche eléctrico es una maravilla, no sé si lo habéis probado, pero yo os invito a probarlo un fin de semana. Es un coche maravilloso que funciona estupendamente, reacciona fenomenal, puedes caminar con él de cualquier manera, es muy cómodo, fiable, seguro, etc. Pero claro, la persona que lo lleva tiene que tener una seguridad de que puede cargarlo, porque en vez de mirar el velocímetro, ¡vas mirando continuamente la carga del coche!
Nosotros, necesitamos siempre seguridad. Yo no voy con el coche en reserva más de diez minutos, ya voy muy preocupado. Cuando tengo un cuarto de depósito ya estoy pensando en buscar una gasolinera, no pienso «bah, tengo para 150 km». Nuestra mentalidad dice que 100km es nada, aunque el 90% de la gente en ciudad no hace más de 20-30 kilómetros diarios… Es muy improbable, pero siempre está el pensamiento de que si se acaba la batería te quedas tirado.
Mientras no se pongan medios y se invierta, todo queda muy bonito, pero no se avanza.
Todas las voces apuntan en la misma dirección: falta una mejora de infraestructuras y mayor autonomía; pero los vehículos eléctricos más populares son utilitarios destinados a un uso en ciudad. ¿No abre este hecho la oportunidad de ofrecer servicios alternativos a los clientes desde las marcas o concesionarios?
¡Es que para la ciudad son perfectos! Y sí, es una oportunidad. El fin de semana si te quieres ir te lo cambiamos por un vehículo demo, o lo que quieras, y te puedes ir con tu familia donde te dé la gana.
Hay gente que te dice que se va con la familia y necesita un siete plazas, pues que pruebe el ‘Espace’. Es una manera también de dar a conocer nuestros productos y que el cliente tenga una segunda oportunidad de ver y probar un vehículo que sólo necesita dos o tres veces al año. Luego, a diario, para ir a trabajar y moverte por la ciudad ya tienes tu utilitario.
Hay una tendencia incipiente en Estados Unidos que apuesta por la suscripción a marcas de automóviles. Consiste en el pago de una cuota mensual para tener acceso a la gama completa o a X modelos de la gama. Es un poco ese concepto de cambiar de coche según tus necesidades de cada momento
Vamos a ver muchas cosas, aunque al final esto no deja de ser renting, a corto, medio o largo plazo; ya está inventado. Lo que pasa es que la cultura nuestra es de propiedad, aunque cada vez menos. Antes era la casa y el coche, y ahora el coche ya no es un tema de propiedad, sino de movilidad. Salvo que tengas un cochazo porque te encantan los coches, al final lo que buscamos es movilidad.
Pero eso ya existe y ha existido toda la vida. Lo que pasa es el pensamiento ese de «el coche tiene que ser mío». El coche puede ser tuyo un día, una semana, un mes o un año. Y te hago un renting, lo vas renovando, lo vas cambiando. El renting toda la vida ha existido. Con una compra ya estipulada, dentro de un año, con unos kilómetros, y tú pagas una cuota, pagas un alquiler.
Es un tema de cultura. Si el mercado hubiera demandado este sistema, seguramente ahora mismo habría muchísimos coches que no son del cliente, que son de la empresa de renting o del mismo fabricante que genera un renting que tú adaptas a tus necesidades. Dejas de estar soltero, te casas, tienes un hijo, … cambias la cuota y de un día para otro tienes el coche que te hace falta.
Es un cambio de chip. Nosotros nos amoldamos a tus necesidades. Existe hace un montón de tiempo, sobre todo para empresas, pero los particulares de momento lo usan poco.
Respecto a los coches para particulares, carsharing o cualquier formato de pago por uso, siempre surge una duda: ¿qué será de ellos cuando tengan 2-3 años y no den esa imagen de modernidad e innovación? ¿VO, remarketing, carsharing de usados?
No creo… Esto es una oportunidad para los concesionarios. Habrá algunos que se puedan vender a un precio irrisorio, pero hay otros que no tienen arreglo.
Ten en cuenta que es un coche 24 horas al servicio de los clientes, que lo cogen con su aplicación y se van a su casa, a cenar, etc… Al final estos coches hacen muchísimos kilómetros con unos desgastes horribles y con unas conducciones que, en algunos casos son maravillosas, y otras no tan maravillosas. Yo hace poco estuve en Ibiza, cogía el avión de las seis y media, y a las cuatro y media de la mañana había un accidente con un carsharing en la M-30 que iba solo. Puede ser cualquier coche, pero este era un carsharing.
Los coches, al final, tanto utilizarlos… Tú no utilizas el coche 24 horas, ¿no? Es como un taxi, que al cabo de cuatro años tiene un millón de kilómetros. Entonces, ¿un coche con un millón de kilómetros a quién se lo vendes?, ¿quién es el valiente que se compra un coche con tantos kilómetros después de pasar miles de personas por ese vehículo? Hay que ser muy valiente o que cueste muy poco dinero.
Y para costar 1000 euros o 2000 euros, es mejor desguazarlo, tirarlo y uno nuevo, porque a la persona que se lo vendas le buscas un problema. ¿Y qué garantía le das? No puedes darle ninguna, y hay que dársela por ley. Yo no me atrevería después de un montón de kilómetros y un montón de personas que han pasado por ahí, que cada uno conduce de una manera distinta y algunos no le dan el cariño al vehículo como si fuera suyo. Y eso no es de España, sino de todos los países… Que yo he alquilado coches por ahí y al darle al limpiaparabrisas salía vino (risas)… ¡Somos como somos!
Hay cosas que vemos que pueden hacernos crecer, como la cantidad de coches que se van a tener que cambiar, porque esos coches que circulan tanto van a tener una vida…
¿Tres o cuatro años? Los primeros car2go llevan casi tres años circulando por Madrid…
¡Como mucho! Mira con están… Hay algunos que no dan la imagen… Los van sustituyendo poco a poco, pero la imagen de los primeros deja mucho que desear.
Yo sé que es deficitario, que no ganan dinero, pero para tener esto así es mejor no tenerlo… Es muy fácil decirlo, porque estamos hablando de mucho dinero, pero la verdad es que hay una posibilidad de sustituir más coches, y hay una posibilidad de que esos coches estén más tiempo de lo necesario y la imagen se deteriore… Y esos coches al final no valen nada. Su recompra a los cuatro años, ¿cuánto vale? Y, sobre todo, ¿quién se lo compra? Tendría que ser a un precio tan barato que creo que no merece la pena…
¿Al desguace?
Habrá que reciclar las baterías. Un gran porcentaje del costo de un vehículo eléctrico es la batería. Y eso se puede reciclar, actualizar, modernizar… Además, pasado mañana en vez de 400 km van a tener 800. Y lo tendrán.
Algunas pruebas de Tesla que aparecen en prensa indican que se están llegando ya a esas autonomías… Respecto a Tesla, que se ha metido en un sector muy competitivo, donde se enfrenta a compañías muy asentadas, con sus redes de distribución, sus servicios postventa, su sólida historia, … Llega como algo rompedor, pero…
Pero ya ha roto. Lo que no sé es si ha roto del todo (risas). No deseo nada malo a Tesla, pero claro, tienen un coche de cuatro metros y pico. Nosotros no estamos buscando un coche de cuatro metros, sino uno capaz de andar por la ciudad, que sea práctico, que sea bonito, útil… ¿necesitas cuatro asientos? Pues tienes cuatro asientos.
Un Tesla es un coche para que te recoja en casa y te lleve a cenar, para dar una imagen en un momento dado, pero lo que te interesa es que te lleve y que te traiga.
Pero para los coches autónomos que te llevan y te traen todavía queda bastante, ¿no crees? Es necesario que todos los vehículos se comuniquen entre sí…
Sí, es complicado. Unos van más rápido y otros menos. Y cada vez que ves que ha habido un accidente en Estados Unidos o en cualquier país de Europa con el coche, esto hace daño y se dan pasos hacia atrás.
Pero es algo que va a pasar, está claro. En detrimento de las personas, eso sí, porque cuando haya coches autónomos habrá personas que pasarán al paro, porque no vamos a necesitar conductores. Entonces, es algo imparable que veo a medio – largo plazo.
A nivel tecnológico parece que ya estamos preparados, y las pruebas en circuitos cerrados funcionan…
Si lo complicado es que funcione sin problemas fuera de un circuito cerrado. Yo creo que aún queda mucho. Efectivamente, el sistema existe y funciona, pero entrelazar diferentes sistemas es complicadísimo y carísimo.
Yo lo veo, pero a medio – largo plazo. La efectividad y la seguridad hoy no es la deseada. Vemos experimentos, pero no vemos realidades.
¿Hacia dónde crees que va el sector?
Nadie sabe nada. Tú hablas con los gurús del automóvil y tampoco tienen ni idea de qué va a pasar. Hoy en día estamos en un momento de una transición tan rápida que nadie sabe dónde vamos a llegar y nadie se atreve a predecir, con tantas novedades que surgen cada día y medidas que los gobiernos y las comunidades se inventan…
Yo rogaría que estos se informaran, que entre tantos asesores que tienen, uno sea del automóvil, que no pasa nada, que movemos un montón de millones de euros, de puestos de trabajo y empresas que generamos muchísima riqueza para el país, y me da pena que no estén bien asesorados… Está Faconauto, Ganvam, Anfac, hay un montón de instituciones que se dedican a esto y que podrían asesorar perfectamente.
Al final hay mucho dinero en juego y demasiados actores, cada uno con sus estrategias y sus intereses. El propio sector automoción, el consumidor final, la opinión pública, los gobiernos, las petroleras…
Yo sólo les pido a los gobiernos que cuando tomen decisiones, lo hagan asesorados. Yo, cuando me duele algo, voy al médico, a un experto. Y el problema aquí es que hace cosas sin información, sobre todo de profesionales. Y me preocupa muchísimo.
Muchas gracias por tu tiempo, Alfonso. Ha sido un placer escucharte.