Los vehículos eléctricos, ya lo hemos comentado en anteriores ocasiones, están aquí para quedarse, nos guste más o menos. Y no es discutible: contribuyen a la reducción de emisiones y a una movilidad más sostenible, siempre y cuando superen una cierta cantidad de kilómetros recorridos, como veíamos el mes pasado.
Durante los últimos años estamos siendo espectadores de cómo cada vez más compañías vienen aportando soluciones a las tradicionales trabas para la generalización del vehículo eléctrico, que son básicamente tres: autonomía, puntos de recarga y precio.
Respecto al precio, vemos cómo compañías como MG están teniendo mucho éxito en modelos de entrada de gama y cómo otras compañías como el grupo Stellantis están reaccionando con la incorporación de modelos 100% eléctricos por debajo de 30.000€.
A vueltas con la autonomía y los puntos de recarga de Vehículos eléctricos
Todavía se escucha el runrún de que faltan puntos de recarga para una utilización masiva de coches eléctricos… Y es cierto. No obstante, parece que la red de recarga actual es bastante superior a la demanda real de vehículos eléctricos y los principales hándicaps en este sentido son la autonomía y los tiempos de recarga.
Aunque las tecnologías de carga rápida han mejorado significativamente, las recargas, aunque sean parciales todavía llevan mucho más tiempo que llenar un depósito de combustible, por lo que estas paradas prolongadas pueden ser un inconveniente para muchos conductores.
Las baterías intercambiables como solución:
Para superar esta limitación, cada vez se está desarrollando más esta posibilidad, más popular en bicicletas, patinetes y motocicletas, y con un gran avance todavía por delante. El funcionamiento es muy sencillo: en lugar de esperar a que la batería se recargue por completo, extraes la batería descargada y la intercambias por una batería que ha sido cargada previamente.
Esto no solo elimina la preocupación por el tiempo de recarga, sino que también ofrece otras ventajas significativas. Los conductores pueden tener acceso a baterías de última generación a medida que avanzan las tecnologías, lo que mejora el rendimiento de sus vehículos. Además, las baterías intercambiables pueden extender la vida útil de un vehículo eléctrico, ya que la capacidad de la batería no disminuye con el tiempo.
El caso de Acciona con Silence
Esta semana saltaba la noticia de que Acciona, propietaria de la compañía de motocicletas eléctricas Silence, va a implantar más de 100 estaciones de recarga en las principales ciudades españolas para ofrecer más de 1.000 puntos de intercambio a los usuarios de sus motocicletas.
En la actualidad la compañía ya cuenta con una red de 60 estaciones de intercambio en las que poder sustituir las baterías descargadas de una manera rápida y sencilla. Estas baterías se cambian en menos de 30 segundos y se puede llevar a cabo toda la gestión desde el teléfono móvil. Además, esta iniciativa permite a los clientes adquirir la moto sin batería y optar por un servicio de suscripción, lo que impacta en el precio de las motocicletas con un notorio descuento en el PVP.
Honda y su furgoneta MEV-Van
Recién presentada en el Japón Mobility Show, esta furgoneta de Honda para el reparto de última milla incorpora el sistema de intercambio de baterías para optimizar los tiempos de reparto.
La principal novedad radica en que esta furgoneta no utiliza baterías convencionales, sino las baterías intercambiables que ya lleva unos meses testando, principalmente en motocicletas.
Y es que la compañía japonesa es parte de la joint venture Gachaco, que busca definir un estándar único de baterías para motocicletas eléctricas y que ya presentó el pasado año su Mobile Power Pack e, la primera apuesta de la compañía por las baterías intercambiables.
El futuro de las baterías intercambiables
Para hablar del futuro conviene mencionar el presente. Y la realidad actual es que en países como Taiwán hay casi tantas estaciones de intercambio como gasolineras, varios fabricantes como la china NIO cuentan con decenas de estaciones en China, y grandes fabricantes como Mitsubishi o Toyota están muy involucrados en proyecto de esta índole.
El creciente uso de baterías intercambiables en vehículos eléctricos representa un paso importante hacia la adopción masiva de VE y una movilidad más sostenible. A medida que la infraestructura de intercambio de baterías se expanda y mejore, los consumidores pueden esperar una experiencia de conducción más conveniente y eficiente.
En resumen, las baterías intercambiables están cambiando la forma en que concebimos la recarga de vehículos eléctricos. Esta solución promete superar los desafíos relacionados con los tiempos de recarga y acelerar la transición hacia una movilidad más limpia y sostenible. A medida que más empresas adopten esta tecnología, es probable que veamos un aumento en la adopción de vehículos eléctricos en todo el mundo.
