La motivación laboral es un componente que debe estar presente en el día a día de toda compañía, siendo un factor fundamental en cualquier ambiente profesional. Y es que las personas son el capital más importante de una empresa, el verdadero motor, por lo que su nivel de compromiso e interés, impactan de manera directa en los resultados obtenidos. Por esta razón, la motivación es un factor esencial al momento de velar por el bienestar del trabajador, y con ello, el éxito de la compañía.
Ahora bien, ¿qué es la motivación laboral?
Como hemos hablado en otra publicación sobre el arte de motivar, la motivación en el trabajo es un conjunto de técnicas que tiene como objetivo final conseguir que las actividades laborales contribuyan a satisfacer algunas de las principales necesidades y/o expectativas de las personas. Sin ella, probablemente las personas no avancen, ni mejoren. De ahí su importancia en el ambiente laboral.
¿Por qué es importante la motivación laboral?
La motivación es el principal motor de los trabajadores. Impulsa sus acciones hacia el alcance de un objetivo, trayendo consigo un mayor nivel de compromiso, retención del talento, reducción de absentismo y mejor nivel de innovación y desempeño. En resumen, mayor productividad y eficacia.
La atracción, selección y el desarrollo del talento son elementos fundamentales para el devenir de una empresa. En Grupo Prisma te acompañamos en los diferentes procesos.
Tipos de motivación laboral
Si bien existen diferentes clasificaciones al momento referirse a la motivación, destaco la propuesta por Edward L. Deci y Richard M. Ryan, que nos ayudará a comprender su naturaleza y poder utilizarla a nuestro favor a la hora de planificar las estrategias para nuestro equipo. De acuerdo con esta clasificación, existen dos tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca.
La motivación intrínseca, es aquella que nace de factores internos de cada persona, independientemente de cualquier estimulo del exterior. Las acciones provienen de un deseo de superación o crecimiento individual y está fuertemente vinculada con el nivel de satisfacción personal.
La motivación extrínseca, es aquella que incentiva la acción para alcanzar recompensas externas. Algunos ejemplos pueden ser un aumento en el salario, el reconocimiento público o la promoción en el trabajo.
Por tanto, la diferencia entre ambos tipos de motivación radica en la naturaleza del estímulo que incentiva a la conducta. Identificarlas, conocer los intereses de nuestros empleados y trabajar en ello, será esencial para el desarrollo de las tareas y los resultados obtenidos por el equipo.
Estrategias de motivación laboral
La falta de motivación en el trabajo puede ser algo completamente habitual, por lo que es importante establecer estrategias para fomentarla y desarrollar el potencial de los trabajadores dentro de la organización. A continuación, te comparto algunas técnicas para lograrlo:
Conocer los intereses y fortalezas de cada persona. Si bien es muy valioso contar con perfiles polivalentes dentro de la compañía, detectar cuales son los puntos fuertes de las personas, los campos donde se sienten cómodos y donde desean desarrollarse, son elementos fundamentales a la hora de organizar correctamente una plantilla.
Reconocer los logros. El reconocimiento es uno de los factores con mayor impacto en la motivación del equipo. Felicitar, valorar y recompensar los logros o trabajos bien realizados, son acciones que deben incorporarse en la dinámica laboral. El reconocimiento puede concretarse de diferentes maneras, ya sea mediante recompensas monetarias, reconocimientos públicos, beneficios destacados, sistema de incentivos, etc.
Establecer planes de desarrollo y formación profesional. La posibilidad de escalar posiciones, trasladarse a puestos diferentes pero enriquecedores en cuanto a lo profesional y brindar la posibilidad de formarse dentro o fuera de la empresa, son diferentes formas de ofrecer nuevos retos y oportunidades de superación personal.
Mejorar las condiciones laborales. Factores como la flexibilidad horaria, la jornada intensiva, el salario adecuado, los beneficios en el espacio de trabajo, entre tantos otros, son elementos que impactan y mejoran la calidad de vida de los trabajadores y su conciliación entre el ámbito personal y laboral.
Evaluar el ambiente laboral. El clima de trabajo impacta de manera directa sobre la motivación y el desempeño profesional. Implementar herramientas que midan este aspecto, permite identificar los puntos fuertes y las oportunidades de mejora de la empresa, y así, poder establecer medidas en función de los resultados. Es un factor que varía con el tiempo, por lo que es necesario evaluarla de manera periódica.
Fomentar las relaciones sociales. Organizar actividades grupales que permitan que los empleados puedan conocerse más, y fortalecer el vínculo entre compañeros, impacta directamente en el ambiente laboral, el sentimiento de pertenencia y el trabajo en equipo.
Conceder autonomía. Otorgar libertad en las tareas, toma de decisiones y las acciones para obtener los resultados acordados, es una manera de transmitir confianza en sus capacidades. Esto aumenta el nivel de responsabilidad por el alcance de los objetivos y el compromiso con la compañía.
Establecer objetivos claros y medibles. Los empleados realizan de manera más eficiente su trabajo cuando saben de manera clara y concisa cuáles son sus metas y la viabilidad de su alcance. Establecer y definir los objetivos de manera conjunta y detallada es un factor imprescindible para asegurar su compromiso y cumplimiento.
Dicho todo esto, ¿es la motivación la clave del éxito de una empresa?. La motivación del equipo es un eslabón indispensable para el éxito de la empresa. Si disponemos de colaboradores fuertemente motivados, estos trabajarán con mayor predisposición, productividad y energía, comprometidos con los objetivos de la compañía, obteniendo de manera natural mejores resultados.
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