Parece que las buenas noticias no venden. Por eso, cada vez que abres un periódico o escuchas un informativo, el peso lo tienen malas noticias. Cuanto más dramática, más grave, o más espantosa sea la noticia, mejor, más vende.
Aquí nos viene a la cabeza esa famosa frase que decía, más o menos, “no dejes que la verdad te estropee una buena noticia” que muchos atribuyen a Primera plana, la película de Billy Wilder; pero parece que la original está en La pícara solera, de 1964 con Tony Curtis y Natalie Wood.
Lo más curioso es que las personas, para vivir, necesitamos de buenas noticias. Las buenas noticias nos animan, nos motivan a seguir luchando, aumentan nuestra autoestima y nuestras ganas de vivir. La publicidad siempre son buenas noticias: la chispa de la vida, la alegría de vivir, el ‘contigo al fin del mundo’, etc.
Por tanto, nosotros queremos dar buenas noticias. Y ahí van algunas:
- La covid-19 ya tiene fecha de caducidad. Alguna de las cinco vacunas que están en preproducción (o todas ellas), nos permitirá volver a la normalidad y será, probablemente, antes del verano del 21. No obstante, debemos seguir cuidándonos y cuidando a los demás.
- Ha vuelto el interés por conducir y tener coche por parte de las más jóvenes generaciones, como los millenials y la Generación Z. Muchas autoescuelas están a rebosar de gente que quiere obtener el permiso de conducir, o quienes quieren practicar después de muchos años sin coger un volante.
- El miedo a visitar los concesionarios no está reduciendo el interés por los coches, al contrario, la venta digital se está convirtiendo en una opción muy importante de negocio, tal y como está ocurriendo, por ejemplo, en el caso del ‘delivery’ en los restaurantes.
- El renting para particulares se consolida como una opción en auge, el pago por uso como una compra inteligente, moderna y de tendencia. Hay una demanda creciente de consumidores que buscan una cuota que lo cubra todo, sin sorpresas.
- El coche recobra sus valores tradicionales: independencia, libertad, movilidad, versatilidad y disfrute de la vida. Además de ser, ahora mismo, una garantía de salud.
Hay que pensar en positivo, porque nos ayuda a seguir creciendo y avanzando, y a sentirnos mejor. Ya se vislumbra a lo lejos un nuevo año que todos esperamos con esperanza y ganas de hacer todo lo que no nos ha permitido este 2020.
Mientras tanto, nosotros seguiremos aquí, dando buenas noticias.