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¿Qué es el talento humano? ¿En qué se diferencia de la habilidad?

May 25, 2016 | Recursos Humanos

No te da la sensación de estar constantemente escuchando la palabra «talento»?: Tenemos que desarrollar el talento, potenciar el talento, retener y fidelizar el talento, y otras muchas frases como estas que, en última instacia, nos hacen replantearnos: ¿qué es realmente el talento humano? ¿Cuál es su importancia? ¿En qué se diferencia de la habilidad? A continuación, vamos a responder a estas y otras preguntas, dándote ejemplos, para que te resulte incluso más sencillo de comprender. Vamos allá:

¿Qué es el talento humano?

Según la RAE, el talento no es otra cosa que:

1. m. inteligencia (‖ capacidad de entender).

2. m. aptitud (‖ capacidad para el desempeño de algo).

3. m. Persona inteligente o apta para determinada ocupación.

En Grupo Prisma, entendemos el talento como la relación que existe entre el conjunto de capacidades personales de las que dispone un individuo y el entorno profesional donde se ubica a nivel laboral. Por ejemplo, una persona podría tener un gran talento para la música clásica, pero si se dedica a la jardinería es posible que sea un profesional con poco talento.

Tipos de talento humano

Existen 3 tipos de talento humano:

– Talento natural: es aquella capacidad, que en ocasiones desconocemos, innata. Es decir, la tenemos de forma natural.

– Talento potencial: es aquel talento que tenemos la capacidad de desarrollar.

– Talento de alto rendimiento: propio de aquellas personas cuyo rendimiento (o talento) está muy por encima de lo habitual.

Todos estos tipos de talento son, en definitiva, la obsesión de las grandes multinacionales. Sin embargo, descubrir y retener este tipo de talento no es una tarea sencilla. Como expertos en la Selección de Personal, llevamos más de 25 años perfeccionando nuestros procesos de selección, y podemos garantizar que se trata de una tarea que requiere experiencia y conocimientos.

El talento es actitud y aptitud

Hay dos elementos fundamentales que se retroalimentan constantemente y que son la base de una persona con talento: tener curiosidad por aprender y crecer (actitud), y disponer de un espíritu de superación (comportamiento práctico, aptitud). El talento es actitud y aptitud. La actitud, la inteligencia, es una predisposición a actuar (pensar, decidir). La aptitud, el comportamiento o capacidad para realizar una tarea, se basa en hechos reales.

Hay otros elementos que interactúan alrededor de la idea del talento y que son muy importantes para predecir el desarrollo de una persona, como, por ejemplo, la ambición, la competitividad o la motivación de logro, que son aspectos con una función catalizadora del desarrollo personal.

Dicho esto, llegamos a la siguiente cuestión: ¿se puede desarrollar el talento?

 

¿Se puede desarrollar el talento?

El talento, ¿se nace o se hace? Esta pregunta, a menudo planteada, ha generado una considerable controversia en el mundo de la formación y los Recursos Humanos.

Para empezar, cabe resaltar que, en las empresas, se diferencia entre el talento individual y el colectivo. Este último, mucho más potente que el individual. No obstante, con relación al talento humano (el individual), la respuesta más sostenida suele ser que el talento es innato, pero con matices. Veámoslo más en profundidad:

El talento de una persona tiene una doble dimensión: nace, pero también se hace. En otras palabras, el talento nace, pero hay que desarrollarlo.

En definitiva, ¿has escuchado alguna vez el «quiere y no puede»? Pues justo lo contrario ocurre con el talento. Y esto nos lleva a la siguiente cuestión: ¿qué diferencia existe entre el talento y la habilidad?

 

Diferencia entre el talento y la habilidad

Como ya habrás podido imaginar, no es lo mismo el talento que la habilidad. Pero, ¿qué los diferencia?

A grosso modo, podemos decir que el talento es una capacidad innata, mientras que las habilidades son el desarrollo de una aptitud. Es decir, se adquiere con el aprendizaje.

 

Importancia del talento en las empresas

Recopilemos dos de las ideas principales que ya hemos dado a lo largo de este post:

1. Las empresas están «como locas» por captar, desarrollar y fidelizar el talento.

2. El talento colectivo es considerablemente más potente que el individual. De ahí la importancia de gestionar correctamente el talento en toda organización.

A la hora de desarrollar talentos dentro de una organización es importante tener en mente esta última variable para tener claro a quién promocionar y cómo hacerlo.

Además, cabe destacar que el departamento de RRHH tiene una labora muy relevante (y nos quedamos cortos) a la hora de desarrollar el talento. Este departamento debe trabajar para que los trabajadores estén comprometidos con los objetivos y valores de la empresa. Si esto se consigue, su rendimiento se verá incrementado, y con ello el correcto devenir de la empresa.

Ahora bien, ¿cómo puede la empresa gestionar el talento? Veamos algunas formas de conseguirlo.

Estrategias para la gestión del talento en la empresa

Vista la importancia de gestionar el talento, te preguntarás: ¿cómo puedo sacar el máximo partido al talento de mi empresa?

Para gestionar el talento, lo primero que debe hacer una empresa es captarlo. Por suerte, estás leyendo el post de una empresa especializada en la Selección de Personal. Dicho esto, ¿qué estrategias utilizamos en Grupo Prisma para gestionar el talento? Veamos algunas de ellas:

1. Estrategias de incorporación en la empresa: la contratación de nuevos empleados es un proceso clave, pero también lo es el momento en el que dichos empleados comienzan su andadura en la empresa. En las primeras etapas, es fundamental que el trabajador se involucre por completo con los objetivos y valores de la compañía. De lo contrario, es decir, si el trabajador no empieza «con buen pie», como se suele decir, es muy complicado que en un futuro lo haga, por lo que no podrá desarrollar su talento.

2. Puesta en marcha de planes estratégicos: consiste en el desarrollo e implementación de planes y políticas de gestión dirigidos al  cumplimiento de objetivos y metas establecidos por la empresa. La creación de estos planes sirve, no solo para alcanzar dichos objetivos, sino para mejorar la cohesión entre los empleados, potenciando así el talento colectivo.

3. Reconocimiento del valor creado: es más habitual de lo que puedas pensar que trabajadores generen un impacto muy positivo en la empresa, y, que, sin embargo, dicho éxito no sea reconocido. Esto, como puedes imaginar, genera una sensación de frustración en el trabajador que, a la larga, limita su talento a niveles muchas veces inexplicables. Por ello, se debe reconocer a aquellos trabajadores cuyo esfuerzo, resultados y talento sobresalgan sobre los del resto de miembros de la empresa.

4. Fidelización del talento: junto con el reclutamiento de talento, esta estrategia es, de largo, la más relevante. Pues de «poco» sirve reclutar y desarrollar el talento cuando, en última instancia, dicho talento decide abandonar el barco a la primera de cambio.

Además de las estrategias mencionadas, existen dos principios básicos que toda empresa debe conseguir:

– Por un lado, la empresa debe crear un entorno favorable, que facilite el trabajo en equipo y el desarrollo del talento. Esto se puede conseguir, por ejemplo, dando importancia a las iniciativas de los empleados.

– Por otro, ofrecer unas condiciones laborales atractivas. Esto último, no solo se refiere al salario o incentivos. También nos referimos al espacio de trabajo, que en ningún caso debe ser opresivo, muy reducidos o carente de ventilación.

Para concluir, queremos recalcar la importancia e influencia que tienen todos los trabajadores en el correcto devenir de una empresa. Por este motivo, recomendamos siempre confiar en empresas especializadas en reclutar, desarrollar y retener el talento.

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